El proceso para convertir una base cualquiera en una base ortonormal sigue los siguientes pasos:
1. Se aplica el proceso de ortogonalización de Gram-Schmidt.
2. Se normalizan todos los vectores de la base.
Obviamente la parte más complicada es la ortogonalización. El método de Gram-Schmidt se fundamenta en convertir dos vectores cualesquiera en ortogonales, a partir de la adición vectorial a uno de los vectores.
El objetivo de este proceso es convertir una base Y no ortogonal en otra base X ortogonal a partir de los vectores de Y. Por ejemplo, se tiene la base y a partir de ella se quiere formar una nueva base que es ortogonal.
El primer vector de la nueva base X será naturalmente es decir, Después habrá que agregar a la base de X un nuevo vector que sea ortogonal a pero este nuevo vector debe construirse a partir de , es decir, nuevamente ocupamos la base Y para obtener a la base X. Se puede suponer el siguiente razonamiento:
Así, se puede deducir que para casos más generales, en donde los vectores son de dimensiones superiores a 2, hasta n. Se aplica la misma fórmula. Para el enésimo caso de la nueva base se tiene:
Ese es pues el proceso de ortogonalización de Gram-Schmidt. Claro, es latoso pero eficiente.
La normalización no debe resultar problemática, se trata
simplemente de obtener la magnitud de cada uno
de los vectores ya ortogonalizados (base X) y dividir cada uno de estos vectores
entre su vector correspondiente. Es decir:
Ejemplo:
Dada la siguiente base obtener
una base ortonormal V.
Sabemos que: Así, siguiendo el método:
Finalmente normalizando cada uno de estos vectores de la base X obtenemos la base V buscada.